Por Amir Nassar Tayupe
El
secuestro es un delito en contra de la libertad,
que consiste en privar de la misma de forma ilícita, a una persona o grupo de
personas, normalmente durante un tiempo determinado, a fin de obtener un rescate o el cumplimiento de otras
exigencias en perjuicio del o los secuestrados o de terceros.
En
Venezuela, este es un delito que se ha hecho común, que es combatido por los
cuerpos de seguridad del Estado y que es condenado según lo establecido en La Ley Orgánica Contra la Delincuencia
Organizada y Financiamiento al Terrorismo y la Ley Especial con el Secuestro y
la Extorsión.
Cuando
se lleva a cabo un secuestro, se violan algunos derechos humanos, tales como el la libertad, seguridad, integridad
física y psicológica, así como su patrimonio y el más importante, el de la vida
misma. Usualmente, para ejecutar un acto de estos, se da por grupos delictivos
organizados, bandas, asociaciones para delinquir y más.
Asimismo,
es relevante destacar las autoridades
competentes para estos casos, como por ejemplo:
1.
Para la investigación penal de los delitos tipificados en la Ley, bajo la dirección
del Ministerio Público:
a)
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC).
b)
Los componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, dentro de los límites
de su competencia.
c)
Autoridades de inteligencia policial.
d)
El Cuerpo de Policía Nacional dentro del límite de sus funciones auxiliares de
investigación penal.
e)
Cualquier otro órgano auxiliar de investigación penal cuya intervención sea
requerida por el Ministerio Público.
Tipos de secuestro:
Secuestro simple: Es la acción de arrebatar, sustraer u ocultar a una
persona, pero con fines o propósitos diferentes a la exigencia de un rescate.
Secuestro extorsivo: Este es un delito contra la propiedad y no contra la
libertad individual, ya que la privación de esta última es el medio elegido por
el autor para poder emprender su extorsión y obtener un rescate, un precio
puesto a la libertad de la víctima.
Secuestro express: Es la retención de una persona o más por un período
corto de tiempo, con el fin de mantener cautiva a la víctima y obligarla a
retirar su dinero de los cajeros automáticos.
Auto-secuestro: Se da cuando una persona coordina con otras para que lo
oculten, a fin de solicitar cantidades de dinero a sus mismos familiares; la
mayoría de las veces este delito obedece a la venganza o la necesidad de
solucionar problemas económicos.
Secuestro virtual: Es cuando una persona recibe una llamada telefónica de
un número desconocido, en la cual le cuentan que un familiar ha sido
secuestrado y debe pagar una suma de dinero para su liberación.
En
todos los casos existentes, la gravedad y seriedad del caso es la misma: fatal.
Sin embargo, para evitarlo, siempre debemos estar atentos, no importa el lugar
ni la hora, los secuestradores no descansan, ni escatiman al momento de pedir
dinero a cambio de la libertad; siendo este uno de los más frecuentes.
Para
minimizar riesgos en cuantos
secuestros y extorsión se refiere, es de gran importancia la privacidad
personal y las medidas básicas preventivas: las redes sociales y sus publicaciones ostentosas lo convierten en un
blanco perfecto; sea precavido en las conversaciones, especialmente con
desconocidos. Posterior a un secuestro, el siguiente paso es la extorsión.